Según el sitio especializado IglesiaActiva.org., ayunar significa abstenerse de comer y de beber. Además, señala que el ayunar de vez en cuando es saludable para el cuerpo y ayuda a la mente a estar más activa.
Por su parte el sitio Su Biblia, dice que ayunar es una de las disciplinas espirituales que nos viene bien ejercer como cristianos. Nos ayuda a fortalecer nuestro espíritu y a acercarnos más a Dios, ya que nos ofrece la oportunidad de negar algo a nuestro cuerpo y a escoger voluntariamente dar prioridad a algo espiritual: nuestra relación con Dios.
Es así como entendemos que el significado de la palabra ayuno es la abstención completa o parcial de comida y/o bebida por un período de tiempo. Quiere decir que cuando decidimos ayunar por un tiempo específico, se sobrentiende que dejaremos de comer o beber completa o parcialmente.
Cuando ayunamos, también debemos orar
Cabe señalar que la oración es una parte necesaria del ayuno. En las Escrituras, (Biblia) el ayuno y la oración se mencionan juntos. A tu ayuno lo debes acompañar con la oración sincera, y es necesario que comencemos y terminemos nuestro ayuno con una oración, en esta ocasión te compartimos algunas citas bíblicas en las que se menciona el ayuno.
Isaías 58:6
El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura?
Mateo 6:16
“Cuando ustedes ayunen, no se muestren afligidos, como los hipócritas, porque ellos demudan su rostro para mostrar a la gente que están ayunando; de cierto les digo que ya se han ganado su recompensa”.
Mateo 6:17-18
“Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para no mostrar a los demás que estás ayunando, sino a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
Ester 4:16
“Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!”
Lucas 4:1-2
“Jesús volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días, y el diablo lo estuvo poniendo a prueba. Como durante esos días no comió nada, pasado ese tiempo tuvo hambre”.
Hechos 13:2
“Mientras ellos ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: “Apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado”.
Hechos 14:23
“También nombraron ancianos en cada iglesia, y luego de orar y ayunar los encomendaron al Señor, en quien habían creído”.
