Una vacuna personalizada basada en ARN ha demostrado ser prometedora en las primeras pruebas clínicas con 16 pacientes que padecían cáncer de páncreas, uno de los tipos de cáncer más mortales. Esta vacuna utiliza la misma molécula que se utilizó en el desarrollo de las vacunas contra el COVID-19, y activó el sistema inmunológico en el 50% de los pacientes, lo que condujo a la ausencia de recaídas durante los 18 meses que duró el ensayo.

Los investigadores del Centro de Cáncer Sloan Kettering de Nueva York descubrieron que el cáncer de páncreas produce moléculas que pueden ser atacadas por el sistema inmunológico. En el ensayo clínico, se fabricó una vacuna personalizada para cada paciente, que incluía la fórmula para producir las moléculas particulares de su tumor. Además de los resultados prometedores en el 50% de los pacientes, se observó un aumento en el número de linfocitos asesinos, que son responsables de destruir las células tumorales.
Aunque se trata de resultados preliminares, los científicos esperan que esta vacuna pueda mejorar significativamente los tratamientos contra el cáncer de páncreas, un campo en el que la supervivencia de los pacientes apenas ha mejorado en los últimos 40 años. Los próximos pasos incluyen pruebas más detalladas y con más pacientes para esclarecer la efectividad real de la vacuna, en colaboración con BioNTech.