Un estudio indica que profesiones como ingenieros, contadores, escritores y analistas son altamente susceptibles a ser impactadas por los avances de la inteligencia artificial.
Un reciente estudio ha revelado que aproximadamente el 80% de los empleos en los Estados Unidos se verán influenciados por la inteligencia artificial (IA). Profesiones como ingenieros, contadores, escritores, periodistas y analistas son algunas de las más propensas a ser afectadas por estos avances.
La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Pensilvania, señala que los trabajadores que ganan hasta $80,000 al año en los sectores de tecnología y finanzas tienen mayores posibilidades de estar expuestos a estos cambios.
Esta noticia surge en un momento en el que el 90% de las empresas están enfocándose en la implementación de la inteligencia artificial (IA), y los despidos corporativos están en su punto más alto, lo que plantea interrogantes sobre la posibilidad de que los empleos sean reemplazados por la IA.

Según el estudio publicado por la Universidad de Pensilvania, la IA afectará al 80% de los empleos en los Estados Unidos. Utilizando datos del Departamento de Trabajo de EE. UU., se estima que al menos el 10% de las tareas laborales serán impactadas por los modelos de lenguaje GPT, y aproximadamente el 19% de los trabajadores podrían ver afectado al menos el 50% de sus responsabilidades laborales.
Ciertamente, el estudio indica que varios roles y ocupaciones se verán afectados por los avances de la inteligencia artificial. Entre ellos se encuentran matemáticos, analistas financieros, preparadores de impuestos, contadores, ingenieros, especialistas en relaciones públicas, intérpretes y traductores, así como poetas, letristas y escritores creativos.
El enfoque principal del estudio se centra en las implicaciones de las herramientas de generación de lenguaje como GPT para los trabajadores en los Estados Unidos. Se destaca que las industrias que dependen del procesamiento de información, la programación y las habilidades de escritura son las más propensas a ser impactadas, ya que se alinean con las capacidades actuales de GPT.
Es importante mencionar que, aunque existe un alto potencial para que las tareas sean afectadas por la IA, su implementación completa requiere la integración en sistemas más amplios para aprovechar todo su potencial, y esto no es una tarea sencilla.
Algunas empresas, como Microsoft y Google, han tomado medidas para facilitar este proceso. Microsoft ha lanzado nuevas herramientas impulsadas por IA, ha actualizado su software y proporciona acceso a su servicio Azure OpenAI. Por su parte, Google también ha integrado capacidades generativas de inteligencia artificial en su plataforma Google Workspace. Estas iniciativas muestran cómo las empresas están buscando aprovechar los beneficios de la IA mientras trabajan en soluciones que ayuden a mitigar los impactos en los empleos afectados.
El estudio menciona que predecir la necesidad de supervisión humana en la inteligencia artificial es un desafío, especialmente en tareas donde las capacidades del modelo igualan o superan las habilidades humanas. Esto puede dificultar la adopción de herramientas de IA en algunas empresas. Aunque Microsoft continúa impulsando más herramientas basadas en IA, es importante destacar que despidió a su equipo encargado del uso ético del software de IA, lo que plantea interrogantes sobre las consideraciones éticas en su enfoque.

En Wall Street, algunas empresas muestran resistencia hacia la IA, mientras que otras, como Citigroup, buscan formas de optimizar y automatizar procesos mediante inversiones en tecnología y despidiendo empleados en el proceso. Sin embargo, todavía se está debatiendo si los empleos serán reemplazados por la IA o si se transformarán.
El estudio resalta la capacidad técnica de los modelos GPT para mejorar la eficiencia de los trabajadores en Estados Unidos. Sin embargo, también se destaca la importancia de reconocer que factores como regulaciones sociales, económicas y laborales también influyen en la productividad.
Herramientas como el software de gestión de proyectos ya automatizan flujos de trabajo empresariales, y la mayoría de los gerentes están de acuerdo en que los arreglos laborales flexibles mejoran la productividad. Una combinación de ambos elementos podría resultar en una solución beneficiosa para abordar los cambios impulsados por la IA.