El día de hoy, Honduras llora la pérdida de un gran hombre, Don Jorge Bueso Arias, quien falleció a la edad de 104 años en su hogar en Santa Rosa de Copán. Su partida deja un vacío en el corazón de su comunidad y en el mundo empresarial, donde dejó una huella imborrable como un distinguido empresario y banquero hondureño.
Don Jorge nació el 14 septiembre 1919 en Santa Rosa de Copán, y desde joven demostró una inquebrantable determinación y una visión clara para el éxito. Fundador de varias empresas en Honduras entre ellas el reconocido Banco de Occidente, Don Jorge se destacó por su liderazgo, su ética laboral y su compromiso con el desarrollo económico y social de su país.
Su contribución al sector financiero hondureño es innegable. Bajo su dirección, muchas instituciones crecieron y prosperaron, brindando oportunidades económicas y laborales a innumerables hondureños. Don Jorge no solo creó riqueza, sino que también la compartió generosamente a través de numerosas obras benéficas y programas de apoyo a la educación y la salud en su querida Santa Rosa de Copán y más allá.
Además de su éxito empresarial y su fugaz incursión en el mundo de la política, Don Jorge Bueso Arias será recordado por su humildad y su espíritu compasivo. Era un hombre de familia devoto y un amigo leal para quienes tuvieron el privilegio de conocerlo. Su legado perdurará a través de las generaciones como un ejemplo de integridad, tenacidad y servicio a la comunidad.
En este momento de duelo, toda la familia de Honduras Magazine USA que comprenden: lectores, clientes, anunciantes y colaboradores ofrecemos nuestras condolencias mismas que van dirigidas a su familia, amigos y a todos aquellos que fueron tocados por su sabiduría y amistad. Aunque Don Jorge nos ha dejado físicamente, su espíritu vivirá en cada logro y cada sonrisa que su generosidad hizo posible.
Hoy, Honduras lamenta la pérdida de un gigante empresarial y un ser humano excepcional. Don Jorge Bueso Arias, siempre lo recordaremos con gratitud y respeto. Descansa en paz, maestro de la vida.
